Para comenzar esta reseña vamos a hacer un par de aclaraciones sobre el libro que tenemos entre manos. La primera es: sí, el título no constituye una broma solapada, es simplemente lo que anuncia: una guía para escribir libros de suspenso. La segunda es similar a la anterior: sí, lo escribe Patricia Highsmith, maestra indiscutida de un género que supo llevar hasta los límites; será tal vez ese aliciente (descontando el cuantioso honorario que debe haber recibido) el que la haya llevado a emprender la tarea de acompañar magistralmente a nóveles escritores por sobre las inquietantes aguas del género. Creo incluso que hasta al mismo Matías Serra Bradford le tiene que haber dado algo de pudor el traducir una obra como ésta, cosa que le llevó a desplegar sus finas armas en el arte del retrato en el inolvidable prólogo que abre la serie. Pero lo importante es incurrir en la dinámica del libro y sus derivas.
Se detecta, ni bien transcurridas las primeras páginas, un tímido tanteo de Highsmith para con la tarea que tiene por delante. En su caso y para resolver el entuerto lleva a cabo un ejercicio intuitivo que tiene como prioridad pensar cuáles son las cosas que le funcionaron y no tanto cuando trabajó desde la ficción. La autora de A pleno sol nos acerca a su laboratorio privado remarcando la importancia de las ideas y de su maceración en el tiempo; qué cosas pueden resultar cruciales para anotar en una libreta; pensar qué es lo que llegue a ser de interés para un lector; a qué revistas se puede mandar un material de determinada factura, etc. El camino que propone baraja una cantidad de factores que deja caer linealmente. Los títulos son (en este orden): “El origen de una idea”, “El desarrollo”, “La trama”, “El primer borrador”, “Las dificultades”, y así.
Sugiere que si se busca escribir una obra de suspenso hay que pensar como un contenidista: antes en el “qué” que en el “cómo”; revisa el canon de escritores de cuento, novela y ensayo para dar crédito a sus meditadas observaciones. Trabaja de forma amena para que este sea un libro que prácticamente cualquiera pueda leer. Hay que decir también que, en favor de la escritora, no es simple salir de un rol tan claro dentro de una parcela esquemática como la del género al que adscribe y por el cual profesa un amor indiscutido para volcarlo en un manual de instrucciones, pero a su vez decepciona un poco reconocer tan evidentemente que este fue un libro por encargo y por el que dejó de lado aquello que un lector busca y reconoce en ella.
Si lo que se espera es un anecdotario nutrido en peripecias propias del oficio de escritor, pues es exactamente lo que hallará en ¿Cómo se escribe una novela? Al contrario y si se desea reencontrar con la voz que otorgó una vida de singularidad palpable al talentoso Mr. Ripley, pues quizás necesite acompañar a este personaje por la obscena superabundancia de la soleada Positano o a escaparse con tino de un tiroteo en las cercanías del U-Bahn berlinés. Para cada uno de esos bandos sería un ganar-ganar, pero sendos bandos no constituyen el todo del espectro. A ese resto van unas disculpas anticipadas.
22 de junio, 2022
¿Cómo se escribe un libro de suspenso?
Patricia Highsmith
Traducción de Débora Vázquez y Matías Serra Bradford
Ediciones Universidad Diego Portales, 2022
202 págs.