Incansable escritor noir, Seicho Matsumoto (1909-1992) cuenta con más de 400 textos de ficción publicados y con un mote singularmente justo: “el Simenon japonés”. Su ansia prolífica, no obstante, brota públicamente a los cuarenta años, al alzarse con el premio Akutagawa en 1952 por su segunda novela, Historia del diario de Kokura. Si el autor belga había sabido innovar en el policial entramándolo en el laberinto de la psiquis, se asevera frecuentemente que el japonés hizo lo suyo –al menos en términos orientales– con el carácter social del género.
De cualquier forma, Matsumoto trama la novela Un lugar desconocido desde la atribulada –y obsesiva– mentalidad de su protagonista. Tsuneo Asai, un esmerado trabajador del Ministerio de Agricultura y Silvicultura, recibe en pleno viaje de negocios una llamada que marcará un punto de inflexión en su vida: su joven y bella esposa Eiko ha fallecido repentinamente en un barrio residencial de Tokio, lejos, muy lejos, del hogar familiar. De a poco, insidiosamente, las dudas corroen su mente. ¿Qué hacía allí, en aquella zona distante y lujosa? ¿Tendría algún asunto que resolver que, por la razón que fuere, debía mantener oculto? ¿Llevaría Eiko, acaso, una vida amorosa paralela, clandestina?
Eiko, enferma coronaria, ostentaba una vida disciplinada de arrebatos pasionales y enérgicos. Por recomendación médica, las sacudidas emocionales (incluidas las entroncadas en el sexo) debían mantenerse a raya. Ante la posibilidad de la existencia de un amante, Tsuneo comienza a obsesionarse: “¿Quién era el hombre que había despertado en Eiko una pasión tan ardiente como para que olvidara su propia enfermedad? ¿Dónde estaba aquel amante que le había provocado un impacto tan grande como para obstruirle la arteria coronaria?”. Matsumoto ancla la narración en la perspectiva del esposo. El tratamiento de la historia, así, se mantiene pegado a su visión, que se torna cada vez más laberíntica y neurótica, y el enfrascamiento mental –lo sabía Poe, lo sabía, a su manera, Kobo Abe– puede derivar en salidas violentas, irreversibles.
Si el énfasis en la crítica social era una de las significativas aristas de la poética del autor, en Un lugar desconocido se presenta sin ínfulas de ningún tipo; inscripta en la cotidianidad de un tokiota mediano, se juega en ciertos signos y roles: el maquillaje como ocultamiento, la vestimenta como indicación de estatus, el puesto de trabajo como cifra de poder. Matsumoto sabe manejar los giros de la trama, se demora en reiteraciones de nombres y acontecimientos para asegurarle al lector una inteligibilidad completa y entrega una novela –una novela negra más– al iterativo placer del mercado.
1 de marzo, 2023
Un lugar desconocido
Seicho Matsumoto
Traducción del japonés de Marina Bornas
Libros del Asteroide, 2022
256 págs.