La primera pregunta que uno podría hacerse al abordar Eterna estudiante de Julia Enríquez (Rosario, 1991) es, ¿cuándo existe movimiento sin desplazamiento? En los manuales podría encontrar entonces que se produce un movimiento sin desplazarse de un sitio cuando se vuelve al exacto punto desde donde se partió en primera instancia. Esta definición, laxa por donde se la vea, no menciona ni asevera que en ese derrotero nulo pueden adquirirse saberes para ver las cosas bajo una nueva perspectiva. Si tomamos por caso Ambulancia improvisada (2014), libro anterior de la autora, y lo contraponemos a este nuevo libro, saltan a la vista las posiciones que se han tomado a la hora de escribirlos. Si en el primero prima una estética de la emergencia del movimiento y la aceleración, en éste se detiene el mundo, o bien, se detiene un yo en el mundo al que le surgen, en sintonía poética, preguntas en las cuales situar su subjetividad en el mapa de lo cognoscible, para así percibir "no la experiencia / sino / el acceso a la experiencia".
La filosofía no excluye en su movimiento de acción un contacto con las cosas, más aún si su carácter reviste un movimiento que recuerda el ritornello con sus variantes y bifurcaciones; sucede que a partir de su operar, bien puede aparecer el error, es decir, eso que no sólo es visto como algo que genera un cortocircuito, sino del cual pueden desprenderse nuevas oportunidades para el entendimiento de estas cosas y de uno mismo: "Solo a través del error / logro distinguirme / del mundo". Es justo el error el que también ayuda a tender un puente (o trazar la paralaje) entre filosofía y vida, entre teoría y praxis, entre aprendizaje y experiencia: "Escuché que / la filosofía -pretende / resolver/ la existencia a través de / la frase exacta, acaso- / no nos libera / de la responsabilidad / de vivir / y fue extrañamente liberador."
Nociones como mundo, belleza, amor, juventud, aparecen una y otra vez en este libro para, de a poco, ir trenzándose en la madeja que teje la eterna estudiante. En ese bucle iterativo de significantes se cifra, tal vez, la clave a la pregunta "¿cómo hace entonces / lo eterno / para olvidar su gesto de origen / y seguir?". Esa, como en el final del libro, bien podría ser la última pregunta.
11 de diciembre, 2019
Eterna estudiante
Julia Enriquez
Iván Rosado, 2019
40 págs.