"Verdad que soy un meteoro / ¿verdad?", escuchamos que pregunta una voz, ansiosamente, como esperando confirmación, al inicio de Meteoro, el libro de poemas de Julián López. ¿Qué es un meteoro? Un espectáculo muy bello, que no causa daño, que sucede cuando un meteoroide cae ardiendo en la atmósfera terrestre, antes de chocar contra la Tierra. Los meteoroides son pequeños fragmentos de rocas y minerales, con un diámetro de menos de 50 metros. Una energía en forma de calor se va generando a medida que el meteoroide viaja a velocidad supersónica (puede llegar a 100 km por segundo), comprimiendo el aire por detrás; esta energía despoja al meteoroide de sus electrones, en un proceso de ionización que deja una cola brillante en su estela. Esta cola de ionización destella momentáneamente en el cielo; el nombre común que le damos es "estrella fugaz". Pequeños meteoroides, según Duncan John ─de cuya Guide to the Stars and Planets extraigo estos datos─, colisionan con nuestro planeta con mucha frecuencia. Otro fenómeno semejante, la "lluvia de meteoros", que ocurre cuando la Tierra intersecta el sendero orbital de un cometa, desparramando sus detritos, sucede más de cincuenta veces por año.
Por otra parte, la cita al final de este libro, "Voy [...] a acercarme a esa roca venida desde el cielo / para limarla un poco y llevarme en un frasco / de vidrio esas chispas secas para inhalar / cuando me gane el desaliento", alude a una creencia de la llamada "medicina antroposófica", según la cual el ferrum sidereum (hierro cósmico o meteórico) penetra en el organismo a través de la respiración y sirve para la vida espiritual del ser humano. Según una leyenda, en la batalla entre el arcángel Miguel y Lucifer, el primero golpeó con su espada de hierro la corona del ángel rebelde, y este choque provocó una lluvia sideral de meteoros que contienen la sustancia férrea. Sin embargo, el epígrafe del libro deja abierta la herida de la duda: la pregunta de tono desesperado de esa voz que pide confirmación (¿a los/as lectores/as?) de su existencia (¿metafórica?) como meteoro tiene un eco en la resolución al final de la segunda parte del libro, "El amor gamado". Así, el autor ha sugerido un recorrido de sus poemas similar al de los fenómenos que dan título a su libro.
La primera parte del libro, "El cariño en flor", agrupa una treintena de poemas, en los que la escritura va y viene entre narraciones y descripciones de momentos, escenas, recuerdos o evocaciones (la madre y el padre del hablante lírico, su relación sentimental y sexual con un hombre, la infancia, la educación, el deseo, las ceremonias domésticas como la hora de la comida) y los metapoemas o instancias de reflexión sobre el quehacer poético y su sentido. O la duda (nuevamente) sobre su sentido, como cuando nos asombra el hablante al concluir: "El poema es un ruido insuficiente". Insuficiente o no, la escritura persiste en su intención: "Voy a dejar una cosa acá / para que madure su carne", se declara en un texto dedicado a Sonia Scarabelli.
Una cita de la canción de Morrissey y Whyte, "I Have Forgiven Jesus", precede el largo poema final, "El amor gamado". El hablante/cantante se queja porque Jesús lo ha herido, insuflándole deseo cuando "no hay nada que pueda hacer con ese deseo" ("so much love in a loveless world") y haciéndolo pasar, cada día de la semana, por humillación, sofoco, condescendencia, patetismo. López toma el apellido de la conocida cineasta del nazismo, Leni Riefenstahl, y lo convierte en la fuente del sufrimiento del hablante del poema, en una metáfora compleja de caza y alimentación.
En ese momento liminal entre la tarde y la noche, cuando todavía queda un rato "para ver / los pétalos de la luz [que] se sueltan / [en] una sucesión incomprensible", el hablante, contemplando desde su ventana una parte del Río de la Plata y un segmento de la autopista, afirma: "Lo que veo es la epifanía / la revelación / lo que hay detrás sigue siendo / el puro misterio". Este vaivén entre el conocimiento y su opuesto podría resumir lo que sentimos al leer el libro de López: sabemos algo del amor, el sexo, los mamuts, la soledad, la fruta del melón, inclusive sabemos bastante acerca de los meteoros, pero siempre, siempre, nos queda un poco de misterio.
3 de marzo, 2021
Meteoro
Julián López
Random House, 2020
96 págs.