Luego de un par de décadas como redactor, editor y gerente en los medios más importantes de Argentina, Perú y los Estados Unidos, escribir este libro le costó a Pablo Mancini, primero, muchísimas horas solitarias en el aire mientras cruzaba océanos y continentes (amparado en sus iPads, una libreta y algún libro), después muchísimas horas más entre aeropuertos, taxis y hoteles y, en el medio, muchísimas horas sensibles de gestión profesional entre las paredes insonorizadas de las más selectas, las más curiosas y, en ocasiones, las más ridículas salas de reunión de los principales medios del mundo. C'mon, como escribe el propio Mancini, son las vicisitudes de un Líder Global del segmento Publishing en el equipo de Estrategia y Desarrollo de Negocios de Amazon Web Services, la plataforma de almacenamiento y administración de webs de Amazon. Pero, en medio de todo esto, también hay ventajas y aventuras. Si vivir en un estado casi permanente de jet lag en Miami fue una de las condiciones necesarias para la existencia de Off the record. Verdad, sangre, algoritmos y negocios, entonces el vértigo de las reuniones con Jeff Bezos, los pasaportes exhaustos y los infinitos tragos, ahora reelaborados ante sus lectores, no fueron en vano.
Seis años en contacto con quienes “imaginan, planifican y hacen los principales medios periodísticos online del mundo”, como explica Mancini, le permitieron asimilar una cantidad tan consistente de información, experiencias e ideas que Off the record no requiere nunca las formas o los tonos de un manual de periodismo digital, ni la jactancia de los vaticinios entre los que suelen derrapar quienes trafican diagnósticos sobre el futuro de los medios. Como advierte el epígrafe inicial, “el estilo es la respuesta a todo”. Y el estilo de Off the record es, palabras más, palabras menos, el alma del libro. Llamarlo “ensayo”, por eso mismo, sería pasar por alto su elevado componente narrativo. Pero catalogarlo como “crónica”, por otro lado, sería hundirlo en las convenciones de ese turismo inapetente con el que los cronistas suelen contar cualquier cosa sin desarrollar un interés genuino por ninguna. Categorías aparte, Off the record es Mancini contando su propia vida al mismo tiempo que esa vida, a veces de manera trágica o cómica, se entremezcla con las urgencias de una industria con severas crisis de audiencia, tecnología y rentabilidad.
Esta superposición entre la vida y el trabajo, por momentos, nos revela una amenaza metafísica, una sutil zona de riesgo espiritual e incluso física en la que el optimismo sincero de Mancini, siempre en favor del crecimiento y las oportunidades del actual periodismo, no puede dejar de leerse, también, como un optimismo personal depositado en sus propias posibilidades de salvación. En síntesis, si Off the record fuera por completo una “novela”, no nos contaría únicamente el modo en que, en medio de un complot contra sus colegas en Lima, por ejemplo, uno de los hombres fuertes de El Comercio le muestra a Mancini uno de los sables del general Leopoldo Fortunato Galtieri, convertido de repente en el símbolo extraño de un poder ya desorientado en el tiempo y el espacio, sino que nos contaría, sobre todo lo demás, la historia de un hombre que, en la mitad de su vida, decide salvar su alma de la voracidad de las corporaciones. Lejos del cliché, basta con prestar atención alrededor para comprobar que una decisión real ante este tipo de dilemas nunca es fácil, y que las excusas para resignarse a una existencia mórbida pero bien remunerada abundan. Esa es, en parte, la “sangre” y la “verdad” que fluyen de principio a fin por este libro.
Respecto de los “algoritmos” y los “negocios”, por otro lado, Off the record se divide en tres amplios capítulos acerca de lo que hoy está pasando en los medios (el diálogo inevitable con el pasado del oficio periodístico, las cautelas y las ventajas frente al cambio tecnológico, la constitución de nuevas audiencias digitales), otro acerca de cómo piensan los que dirigen la industria (donde los datos de mercado y las experiencias virtuosas y fallidas de distintas organizaciones periodísticas se enfrentan ahora a un nuevo horizonte marcado por la Inteligencia Artificial Generativa) y, por último, uno con cincuenta advertencias breves, en clave profesional o privada, que Mancini se hace a sí mismo tras unos cuantos años de vivir en tránsito y aprender, a veces por las malas, las diferencias entre lo que funciona y lo que no funciona, lo que aporta valor y lo que resta valor, o lo que ayuda a elegir un buen bar y lo que puede arruinarlo para siempre.
Desde un punto de vista pragmático, no importa la posición en la empresa, el presupuesto disponible o la ambición: en el balance, aquel que trabaje en medios debería leer Off the record. Principalmente porque, a diferencia de otros libros sobre el mismo tema, libros que se regodean por igual en el pesimismo (a causa del colapso final del periodismo bajo el dominio inevitable de la Inteligencia Artificial sobre la especie humana) o danzan con alegría alrededor del optimismo (a causa de que la Inteligencia Artificial hará a todos los eslabones de la industria más libres, más ricos y más rentables), Off the record evoca lo que Homero contó hace siglos respecto a Odiseo. “¿Qué es lo que sabemos entre las múltiples oleadas cruzadas de optimismos, incredulidades y pesimismos? Sabemos lo mismo que sabía Odiseo. Si detectamos el mástil más grande, lo único astuto es escuchar con atención, sin dejarnos caer al agua”. Esta, quizás, sea la decisión más inteligente. En especial cuando la formula alguien que, a diferencia de otros autores de libros sobre esta industria, no enseña qué es el periodismo en alguna universidad aunque no lo haya practicado nunca, ni teoriza con grandilocuencia sobre lo que podría ocurrir a partir de las últimas novedades de Silicon Valley, sino que forma parte directa y sustancial de lo que describe. Y las ventajas prácticas de esa posición no son menores, incluso si lo que se mide es la posibilidad contemporánea de mantenernos bien informados. Tal como Mancini contó en una entrevista reciente, “cuando hacés una pregunta a la Inteligencia Artificial, esa pregunta consume diez veces más electricidad que una búsqueda en Google, según la Agencia Internacional de Energía”.
En Off the record abundan las cenas sociales, los diálogos de trabajo e incluso las infidencias de grandes CEOs, anónimos ingenieros, muy variados periodistas y también gerentes comerciales. A la hora de cumplir su tarea, sin embargo, la habilidad de Mancini es saber escucharlos, organizarlos y alcanzar resultados, aun cuando se trate de individuos que, a veces, hablan idiomas diferentes, persiguen metas opuestas o entienden el periodismo de formas muy variadas. El desgaste psíquico de este trabajo, que no es otro que el de mancomunar ilusiones y esfuerzos de hombres y mujeres no siempre convencidos del sentido de su propia labor, requiere dosis gemelas de creatividad y voluntad. Por esa razón, Off the record pone en juego varias pinceladas de humor, y por eso, también, a medida que el libro avanza, lo que decanta ante todo curioso, estudiante, participante o anunciante en el mundo del periodismo es un mensaje genuino de optimismo. “El comportamiento humano sigue siendo un misterio fascinante, impredecible, que desorganiza planes, sobrevive emboscadas, inicia travesías y siempre, aun en las más desafortunadas experiencias, reserva un lugar, a veces ínfimo, a la ilusión de que una historia, sólo por ser contada, le puede cambiar la vida a un desconocido, aunque quizás, o muy probablemente, nunca lleguemos a saberlo. Eso es, al final, lo que está al otro lado de las aguas que merodean, encantadoras, porque así son las sirenas que buscan interrumpir el itinerario hacia la singularidad y la verdad”, escribe Mancini. C'mon, tratándose de alguien que no es ningún publicista ni agorero, e incluso por tratarse de las palabras de quien ya no necesita ascender en ninguno de los escalones internacionales de la industria, tomárselo en serio y creerle resulta inevitable.
14 de agosto, 2024
Off the record. Verdad, sangre, algoritmos y negocios
Pablo Mancini
Ampersand, 2024
251 págs.