Cicerón nos enriqueció con sus figuras retóricas y Erasmo, con sus adagios; Poe, con su filosofía de la composición y Dorothea Parker, con su manual sobre ser escritor; Quiroga, con su decálogo, y Piglia, con sus tesis sobre el cuento. Félix Bruzzone hace lo suyo con sus (absurdos) 307 consejos para escribir una novela e, indirectamente, deja constancia de sus amistades y contactos en el mundo editorial independiente; concretamente, con la editorial La crujía, que aceptó sin ningún prurito y con una cuidada edición, exhibirlos a la luz pública.
Citemos algunos consejos para ofrecer un pantallazo general del volumen. “Para quien desea escribir la gran novela de su vida o la mejor novela jamás escrita: no escribir nada”. Otro dos (que podrían, sin problema alguno, ser rubricados por Luciano Lamberti): “Espiar a los vecinos. Mandarles cartas desconcertantes. Gritar en medio de la noche para despertarlos. Salir de tu casa con una máscara o venda que te tape la cara”. O “Prender un fuego. Mirarlo un buen rato mientras se lo alimenta y alimenta y alimenta. Cuando vengan ganas de hacer algo más, hacerlo sin culpa”. Hay consejos paradójicos: “Tomar el control y tomar el descontrol” o “Esperar a que llegue el momento justo y si no llega nunca, empezar igual”, y otros de los que no hay nada, absolutamente nada, que decir: “Adoptar un caracol”. El libro cierra con una historia delirante, comprensible colofón de los consejos, en los que el narrador, un empleado de limpieza, descubre en un compañero de trabajo a un inverosímil escritor de novelas.
Ya sea por la brevedad o la transparencia léxica, los consejos de Bruzzone generan un primer efecto, engañoso por cierto: el de la sencillez, el de una escritura de nula elaboración. Se sabe, de todos modos, que la simplicidad requiere de esfuerzos estratégicos.
Todo suena con un dejo de sorna posmoderna. En la época de las verdades múltiples, de las verdades pequeñas, ¿qué escritor joven e iniciado se atrevería a dar consejos sobre cómo debería escribirse, sobre en qué consiste, en esencia, una novela? Se diagrama, así, en muchos autores actuales, el siguiente movimiento: por un lado hablan, en sus libros, respecto de la imposibilidad de dar ningún consejo; pero por otro, diametralmente opuesto, utilizan sus talleres de escritura para desplegar juicios y verdades sobre la escritura, sobre el cuento, sobre la novela (esos mismos que repliegan y reprimen en los libros) puesto que para eso, y por eso mismo, son requeridos y solicitados.
La publicación de este libro –como el más “político” de los textos– supone una apuesta, una intervención concreta en el campo, una pincelada más que configura una figura de autor determinada. Bien lo consigna Daniel Divinsky en el prólogo: Bruzzone se propone desacralizar la escritura de narrativa, aunque esto no pueda explicitarse sin más, decirse llanamente sin la capa protectora del absurdo. Nada menos literario, en este tiempo nuestro, que defender una verdad en la que se cree.
307 consejos para escribir una novela
Félix Bruzzone
Prólogo de Daniel Divinsky
La crujía, 2023
160 págs.
Crédito de fotografía: Magdalena Siedlecki