La chica que vive al final del camino (Impedimenta, 2023), la última novela publicada en nuestro idioma de Laird Koenig (1927-2023) es un thriller que se lee sin pausa. La historia es sencilla: Leslie Jacobs, un poeta medianamente reconocido, se muda de Inglaterra a un pueblo pequeño en Estados Unidos con su hija adolescente y alquilan una casa apartada y tranquila. Los dos se ocupan de sus asuntos y tienen poca relación con la comunidad. Pasado un tiempo, dejan de ver al padre y algunas personas que llegan a la casa –la dueña, su hijo pervertido, un policía que hace rondas por la zona– comienzan a sospechar que el padre no está en la vivienda y cuestionan a la niña por su paradero. Ella siempre responde que está encerrado en su estudio trabajando en traducciones y que no se lo puede molestar, respuesta que nadie cree. Ante la insistencia de estas personas y otras situaciones que la amenazan, la niña se verá obligada a actuar de formas que sorprenderán a más de un lector.
La labor como guionista de cine y televisión del autor es evidente en la estructura del libro, Koenig no pierde tiempo ni se lo hace perder al lector. Siempre hacia adelante, avanzando, poniendo todo en movimiento, haciendo que su heroína (o antiheroína) supere los obstáculos que se le presentan con revelaciones sorpresivas.
Desde que inicia el libro se intuye que algo no es normal en esa escena de la niña organizando un pastel y prendiendo las velas mientras escucha un disco de Liszt a todo volumen como forma de celebración de su decimotercer cumpleaños. ¿Por qué está sola en esa casa apartada y en ese día tan especial? ¿Dónde están sus padres o sus amigos? A medida que avanzan los primeros capítulos intuimos que a su padre le ha sucedido algo, que posiblemente esté muerto y la niña por algún motivo desconocido no ha querido reportar su deceso a las autoridades. ¿Por qué haría algo así? Parece admirarlo y no ha dado indicios de que existiera algún problema entre ellos. ¿Es acaso responsable ella de su desaparición o posible muerte? El lector avezado podrá creer que la niña es una pequeña psicópata y que lo mató, o que quizá era víctima de algún tipo de abuso y se vengó del viejo, opciones válidas, aunque clichés, en este tipo de historias. Si alguna de esas hipótesis fuera cierta, La chica que vive al final del camino muy probablemente nunca hubiera sido adaptada al cine (en una versión protagonizada por una muy joven Jodie Foster y Martin Sheen) ni tendría el reconocimiento como una de las obras cumbre del gótico americano, y quizá no existiría esta versión en nuestro idioma de parte del escritor y traductor español Jon Bilbao. Lo que pensamos no es lo que sucede y Rynn Jacobs, inocente e ingenua en muchos aspectos, inteligente, fría y experta en otros, despierta ternura, admiración y quizá algo de lástima por la situación en la que se encuentra.
Aunque Koenig mantiene el pulso firme y el ritmo no decae en ningún momento, vale aclarar que la novela no es solo acción tras acción como si se tratara de un guion cinematográfico novelizado. Koenig trabaja la atmósfera, haciendo que el lector sienta el frío, el viento y la lluvia de esa zona de la costa este de EE. UU., además de ingresar en la psique de Rynn y mostrar el miedo que la atenaza en muchas ocasiones. Si bien todo esto orienta la narración sin tregua hacia un final, y cada página que transcurre es un paso más en esa dirección, sin desvíos ni rodeos innecesarios. Koenig conoce la historia que está contando y hace justamente eso: relatarla clara y concisamente. Algo que podrían tomar como enseñanza muchos narradores actuales.
La chica que vive al final del camino (The Little Girl Who Lives Down the Lane) fue publicada originalmente en 1974 y dos años después apareció su versión fílmica con guion del propio autor. Publicó cerca de diez obras, trabajó en varias series de televisión y adaptó novelas de Sidney Sheldon y Mary Higgins Clark a la pantalla grande. Murió de causas naturales el año pasado a los 95 años.
20 de marzo, 2024
La chica que vive al final del camino
Laird Koenig
Traducción de Jon Bilbao
Impedimenta, 2023
272 págs.