“La seducción es un arte que se ensaya, pero que también se beneficia de la experiencia del límite y del fetiche por la fatalidad”, escribió la autora española Sara Torres en su primera novela, Lo que hay. Y es justamente ese arte, que se nutre de la incertidumbre y el deseo, el protagonista de La seducción, su última novela publicada en 2024 por Reservoir Books. ¿De qué se alimenta el deseo? ¿cuáles son los tiempos de la seducción? ¿Cómo influyen las experiencias de relaciones pasadas en la construcción de nuevos vínculos? Estas son algunas de las preguntas que Sara Torres intenta responder en este libro, que terminó de posicionarla como una referente de la literatura Queer, demostrando que la novela es un género que domina con total soltura.
En esta nueva historia, la de La seducción, una joven fotógrafa contacta a una escritora veinte años mayor para hacerle unas fotos mientras trabaja en su última novela. Algo en su manera de escribir la atrajo e impulsada por ese deseo comienza un intercambio de mails entre ambas. A pesar de que nunca se vieron, la conversación por escrito fluye de manera natural, se seducen a través de las palabras. Finalmente, la escritora invita a la fotógrafa a pasar unos días en su casa en la costa catalana. Al principio la relación entre ambas es distante, pausada. Sara Torres construye, con acertada precisión, esa incomodidad que siente la fotógrafa al compartir escenas de la vida cotidiana –cocinar, comer, lavar los platos, dormir– con una persona que apenas conoce, en una casa en la cual tiene que seguir las reglas de su anfitriona. De a poco, todas las fantasías que la fotógrafa se había creado en su mente, empiezan a transformarse en inseguridad.
“No sé si la escritora se acerca o se aleja poco a poco, en esa lentitud exasperante a través de la cual nos relacionamos”, reflexiona la fotógrafa en un momento de la historia, pero es una frase que también funciona como la descripción exacta de la relación entre las protagonistas: ese sentir ambivalente es el que marca el ritmo del relato. El rechazo de la escritora hacia la fotógrafa le genera dudas sobre si realmente existe un deseo mutuo. Y esa misma incertidumbre, se traslada al lector. La diferencia de edad, las distintas personalidades y las experiencias vividas en otros vínculos socio-afectivos, definen el accionar o, en este caso, el no accionar de los personajes. Para sumarle un condimento más a esta relación extraña, aparece Greta, una amiga de la escritora que compartirá algunos días junto a ellas. La presencia de esta amiga podría suponer una bocanada de aire fresco en la tensión que se percibe entre las dos artistas pero, rápidamente, aparecen los celos y la ansiedad. La fotógrafa se siente desplazada, no entiende cuál es la intimidad que comparten Greta y la escritora. Se genera una especie de tríada marcada por la seducción.
Sara Torres escribe con precisión, selecciona cuidadosamente las palabras; en su escritura se revela su pasado como poeta. La historia de La seducción es simple, no ocurren eventos extraordinarios y es ahí, justamente, donde reside el talento de esta joven escritora. La riqueza de la novela está en la construcción de los personajes, en la profundidad de sus sentimientos, que invitan a reflexionar sobre el amor y los vínculos. La seducción es una novela que explora el deseo de las mujeres y las fantasías sexuales a la vez que indaga sobre los tiempos –y la distancia– que requiere el arte de la seducción. “Ojalá poder sentirme ligera, quizá solo avanzan ligeras aquellas a las que han querido lo suficiente. Las que han sido, al menos una vez, las favoritas”, escribe Torres hacia el final de la novela, como una reflexión de la fotógrafa aunque, quizá, también sea el deseo de la propia autora. Podríamos decir que, en el plano literario, Sara Torres puede avanzar de manera ligera: de a poco se está ganando un lugar en el mundo de las favoritas.
19 de febrero, 2025
La seducción
Sara Torres
Reservoir Books, 2024
168 págs.
Crédito de fotografía: Alba Ricart.