Ensayista de peso, en Loquibambia María Moreno desarticula las lógicas sexuales interrogando la vida de sujetos disidentes, formulando las preguntas que la moral calla. Se trata de una serie de crónicas escritas entre los años 1999 y 2018, elaboradas con estructuras ad hoc. La primera de ellas, "¿S/M? o ¿SOS?", gira en torno al caso de Sharon Lopatka ─"un ama de casa [que] buscó a través de internet a un hombre que la torturara hasta matarla, y lo encontró"─, en donde indaga acerca de las segundas intenciones de ambos sujetos. Aquí, la práctica sadomasoquista, que porta fama de libre, aparece asociada de forma inesperada a la figura controversial del consentimiento. Y más aún, ya que además manifiesta la contradictoria idea de que es la transgresión de los límites lo que excita, y la tortura, lo que libera. A propósito del temita s/m, María Moreno nos regala esta idea para confundir aún más nuestras inclinaciones: "No soy masoquista porque para sufrir no necesito un amo. No soy dómina porque me gusta hacer daño sin que me lo ordenen".
La indagación de las coordenadas de la libertad sexual continúa de la mano de una Superloca patriota incomprendida, de lesbianas que desean adoptar un hije a bajo costo, y de travestis exiliadas de Godoy Cruz y Costa Rica; de todo lo cual surgen posibles interrogantes: ¿de modo la geopolítica del deseo delinea quién explora más lejos, más fuerte? ¿Cuáles son sus impedimentos biopolíticos?
Otro de los ensayos, "Transtextual", dialoga con Pedro Lemebel, Copi, Néstor Perlongher y Alejandro Kuropatwa. En "Wilde el usurero" relata los inconvenientes al momento de besar y dejar la marca del labial en la tumba de Oscar en representación de todos los insurgentes sexuales al monumento. En "Degenerados", la homosexualidad se manifiesta como panacea de libertad. El texto abre los interrogantes del después, es decir, de cómo continua la afectividad luego de una separación, si es que existe una separación en una relación homosexual. Algunas de esas ideas se deslizan en un dialogo con Perlongher acerca de cómo vive la posafectividad.
En las crónicas finales protagonizadas por la militante travesti Lohana Berkins y que llevan los títulos de "Tres veces Lohana", "Lohana líder", "Lohana secretaria" y "Lohana maestra", Moreno manifiesta la afectividad e influencia de una mujer que a pesar de las estructuras de opresión, hizo su propia vida.
La loquibambia navega sexualidades por diversión voyeurista. Pregunta, se interesa: ¿Cómo goza usted? ¿soft bondage? ¿Ropa interior de mujer? ¿Látigo? ¿Asfixia? ¿Martirio genital? ¿Liviano o pesado? ¿Cuál será la terapia erótica a aplicar? Estas podrían ser las preguntas que recorre la loquibambia, en una yuxtaposición de lirismo y lunfardo que da como resultado un nuevo marco mental para seguir gozando.
Loquibambia es una incitación provocadora a quienes buscan sexoafectividad con segundas o terceras intenciones. Está dirigido a las altas ligas, o al menos, hacia alguien que tenga una lectura transversal entre calle, actualidad, poesía, género y S/M. Maria Moreno juega con imágenes fuertes, con afectividades disidentes, y dialoga con quienes estiraron sus límites más allá de su propia conveniencia. Ante la duda propone sexo. Todo puede salir mal, y es probable que así sea, pero la adquisición de experiencia es el consuelo para encarar mejor la próxima vez. Loquibambia nos invita a un mundo de crónicas con lírica modernista acerca de personas profundamente humanas y placenteramente libres.
8 de julio, 2020
Loquibambia
María Moreno
Ediciones UDP, 2020
152 págs.