Desencantado de París, Ezra Pound decide en octubre de 1924 establecerse en Rapallo, Génova. Este período en Italia representa una etapa de fecunda producción tanto poética como ensayística. Recordemos que, en esos años de la era fascista, Pound lleva a cabo la publicación de obras como A Draft of XXX Cantos (1930), How to Read, una reedición de sus traducciones de la poesía de Cavalcanti (1912 / 1931), The ABC of Economics (1933), The ABC of Reading (1933), Eleven New Cantos: XXXI–XLI (1934), Homage to Sextus Propertius (1934), entre otros. Es evidente que la copiosa serie de publicaciones nos habla de una pluma inquieta y que se mostraba inquisitiva con respecto a las tradiciones literarias y a la poética, a la música y a la política, tópicos que encontramos en estos breves textos. A principio de los años de 1930 participa con casi 60 artículos breves sobre crítica literaria, poética, Imaginismo, literatura italiana, comentarios sobre arte moderno y música para el suplemento literario del periódico Il Mare de esta localidad perteneciente a la región de Liguria.
Pound fue no sólo un poeta, sino también un polemista incisivo. Los textos que aquí se presentan recorren las fechas desde el 12 de abril de 1931 hasta el 28 de septiembre de 1935. El volumen se cierra con dos entrevistas también provenientes de Il Mare. La primera con Francesco Monotti y la segunda con Gino Saviotti, la cual lleva el título más que sugerente de “Coloquio con Ezra Pound, el poeta economista”. En estas entrevistas Pound se explaya en la situación política de Italia y la preeminencia del fascismo y de las políticas de Musolini frente a las llevadas a cabo por Inglaterra, Francia y Estados Unidos, tal como también postuló en otras publicaciones como, por ejemplo, Jefferson and/or Mussolini (1935). Es importante destacar que Pound apoya su postura ideológica primero a partir del rechazo a los vicios del capitalismo y de la banca norteamericana haciéndolos responsables de la Primera Guerra Mundial y de sus consecuencias –recordemos su Canto XLV (“With Usura”)–; luego al comentar y sostener la influencia de la cultura italiana que ha influido en la cultura occidental al extenderse por Europa en dos ocasiones a lo largo de la historia (Imperio Romano y Renacimiento) y, luego, en particular en la literatura inglesa, destacando el caso del poeta Robert Browning, un antecedente central en la poesía impersonal de Pound a través de las “personae” o máscaras o T.S. Eliot y su correlato objetivo.
Entre sus contribuciones que se reproducen en este libro leemos en primer lugar “Vorticismo” donde comenta las planteos poéticos y artísticos del movimiento y señala sus diferencias estéticas e ideológicas con el futurismo italiano y el modo en que le Imaginismo formó parte desde lo poético de dicho movimiento. El Vorticismo nucleaba a artistas y poetas como el propio Pound, Wyndham Lewis, William Roberts, Lawrence Atkinson, Jessica Dismorr y Gaudier-Brzeska alrededor de la revista Blast. Movimiento influido por el cubismo y el futurismo, tal como desarrolla Pound en los artículos dedicados al movimiento, aunque es en este entrecruzamiento donde se plantea la crítica a ambos movimientos. Los vorticistas toman la vitalidad del movimiento futurista para llevarla a la estructura que ofrecen las obras cubistas a las que veían como inanimadas. Pound afirmaba que el Futurismo era un movimiento expansivo, a diferencia del Vorticismo que buscaba la intensidad en ese punto inmóvil de dónde surgen las emociones. Al leer detenidamente estos artículos podemos ver que tienen el tono de los textos que Pound publicó durante las décadas anteriores, en tanto recupera la polémica para sostener una postura ideológica y estética. Es interesante ver cómo Pound, veinte años después, reflexiona acerca de estas poéticas a la distancia, tanto temporal como geográfica. Su lectura del Vorticismo puede leerse también como una suerte de crónica donde señala los parámetros y la evolución del movimiento y las relaciones entre pintura y poesía. El Imaginismo, dice Pound, en sus versos “trata directamente la cosa”, sin adornos y siguiendo “la secuencia de la frase musical”, lo cual implica en estos términos aludir a un conocimiento más amplio de otras disciplinas y establecer conexiones con la pintura (por ejemplo, Kandisnky) o la música (Vivaldi o Bach). Resulta llamativo que en uno de los textos de esta sección utiliza como modelo para estos postulados el relato de la composición de uno de los poemas más citados del Imaginismo “In a Station of the Metro” de 1913. Recordemos lo que afirma con respecto a la imagen poética “Una imagen es aquello que presenta un complejo intelectual y emocional en un instante de tiempo”. Esta sentencia liga al Imaginismo con el Vorticismo ya que la imagen pictórica o poética es lo que hemos percibido directamente.
Antes de llegar a Rapallo, Pound había vivido en París entre 1921 y 1924. Allí entró en contacto con algunos poetas y artistas de la vanguardia continental, Tristán Tzara, Marcel Duchamp o Fernand Léger. Asimismo, su interés por los poetas finiseculares le permite vincular aspectos de la poética con los simbolistas y con los decadentistas. En este libro encontramos la secuencia “Poeti francesi”, centrado sobre todo en estos poetas del siglo XIX. En 1920 publicó Instigations cuya primera parte se titula “A Study in French Poets” y es la fuente de donde tomó los textos para ser traducidos al italiano y luego publicados en Il Mare. En cada uno de sus textos presenta brevemente al autor junto a una selección de poemas en su lengua original. Se pueden leer como una suerte de presentación en sociedad de unos poetas que comenzaron a ser reconocidos en ese momento sobre todo en Francia y es en los años 30 un motivo de sorpresa para los lectores de este periódico. El más interesante de estos es el de la semblanza de Tristan Corbière, para él “quizás el escritor más conmovedor desde Villon” sobre todo por la inmediatez y la cotidianeidad de sus versos, aspecto que también, más tarde destacará Eliot. Se lamenta la ausencia del texto dedicado a Jules Laforgue que fue un poeta central para la poética de los poetas ligados al modernismo inglés tal como lo afirma Pound en el volumen original de estos ensayos.
Encontramos en esta antología y bajo el título “Invierno musical” una serie de reseñas publicitarias para conciertos en Rapallo de la violinista Olga Rudge –a quien Pound conoció en París– o del pianista Gerhart Münch, entre otros. También hay textos que publicitan conciertos que en varias ocasiones eran organizados por el mismo Pound. Debemos agregar que nuestro poeta y Olga Rudge recuperan parte de la serie de manuscritos de Vivaldi que se encontraban en diferentes bibliotecas italianas a partir de lo cual estos conciertos se difunden como un paso importante en el renacimiento de la música antigua, lo que podemos leer en la serie de ensayos sobre la música que se incluyen en este libro. Pound no sólo tenía un copioso conocimiento musical, sino que también había compuesto dos óperas (con la colaboración de George Antheil) y varias piezas para violín. De allí que en sus ensayos se refiera a la música como uno de los marcos de la composición poética y establezca continuas relaciones entre ambas, enfatizando la simultaneidad y la superposición de elementos (como si se tratara de un ideograma) para crear no sólo la imagen poética, sino también los sentidos del poema.
Más adelante leemos en el cuarto apartado, “Apuntes”, una serie de notas breves que versan sobre diferentes temáticas, una miscelánea donde Pound debate irónicamente con la crítica (por ejemplo, Croce y su uso de la dialéctica), discute (nuevamente) con Marinetti, se explaya sobre Wyndham Lewis o hace una breve descripción de la situación del arte moderno en la Bienal de Venecia. Estos apuntes parecen tener más inmediatez que los otros temas tratados ya que a diferencia de los ensayos sobre poetas franceses o los textos sobre el Vorticismo, hablan de cuestiones de actualidad y parecen ser escritos especialmente para el diario.
Estos artículos y notas publicados en la primera mitad de los años 1930 en este periódico italiano eran casi inaccesibles –y menos aún en nuestra lengua– a comienzos de los años 1980 cuando salió la primera versión de dicha compilación en España con el título Escrito en Rapallo (Swan, 1982) y más de veinte años después en Córdoba, Argentina (Berenice, 2006). Cabe recordar que, en la revista dirigida por Hugo Gola, El Poeta y Su Trabajo (Otoño, 2008) se publicó la traducción de los textos “Vorticismo” I y II. Incluso, es importante aclarar que recién en 1991 se publicó este conjunto de textos “italianos” de Il Mare junto con el resto de las colaboraciones que Pound escribió para diferentes revistas y diarios a lo largo de su vida. Escritos que abarcan desde 1902 hasta su muerte, incluyendo en la addenda las publicaciones póstumas. El conjunto está compuesto por 11 volúmenes titulados Ezra Pound's Poetry and Prose: Contributions to periodicals (Lea Baechler, A. Walton Litz, and James Langenbach, eds.) y ordenan cronológicamente estas colaboraciones.
En definitiva, es importante valorar el rescate de estos textos tal como hace este libro de Ezra Pound, Rapallo 1931–1935, que recupera una traducción legendaria del poeta Palacios More fallecido en 2018. Esta serie de notas nos muestra un Pound a veces quizá más expeditivo, claro y directo en la reflexión, otras más combativo y antagónico sobre los temas que trata, pero sin caer en el didactismo. Son artículos breves que se ciñen al formato del periódico y que nos muestran una faceta de Pound que no está muy difundida en nuestro medio editorial: la del articulista. Las traducciones están acompañadas por algunas notas al pie que aclaran las referencias y ofrecen la versión castellana de los fragmentos y textos en otros idiomas. Se lamenta, eso sí, la falta de información acerca de las fechas de publicación de cada uno de los textos.
29 de mayo, 2024
Rapallo 1931-1935
Ezra Pound
Traducción y notas de René Palacios More
Catalpa, 2024
184 págs.