“Nunca desde la teoría, siempre desde el arte”, dice Teresa Arijón en la entrevista realizada por Jorge Monteleone que cierra Un millón de veranos, su último libro. Y esta afirmación refiere al momento en que la autora cuenta la experiencia de publicación de La rara Argentina, una página mimeografiada de temática feminista que entre 1994-1997 sacó 28 números y que era distribuida por las propias autoras (Arijón y Bárbara Belloc); una forma de intervención poética que no estaba a la espera de espacios institucionales. Irrupción más que permiso.
Este libro cuenta con tres partes. Pero antes detengámonos en las líneas que definen el criterio de la colección “Estaciones”, de la editorial Davila y Miño, y de la que Un millón de veranos forma parte: “...poetas argentinos de primera línea, que a pesar de tener una obra consolidada siguen siendo difíciles de asimilar [...] Se trata de poéticas excéntricas de ciertos consenso”. ¿A qué respondería este “difíciles de asimilar” en el caso de Arijón?
La suya no es una escritura de la opacidad o de laboratorio. Requiere una lectura atenta, le pide al lector que haga su parte, que complete, que ponga algo de sí. Como toda buena escritura, requiere una comunión. No es oscura ni en lo conceptual ni en la forma, que tampoco por eso es clásica. La posibilidad que nos brinda una selección de este tipo es la de comprender un camino que se va abriendo con el paso de los años en los que la autora busca, en su permeabilidad, dar cuenta de la tensión en la que vive su escritura. En ocasiones, atenta a una escucha íntima, en otras, a un afuera a veces más tangible, a veces, más abstracto; también, reflexiona sobre la propia escritura.
En el prólogo, Jorge Monteleone resume de esta manera la poesía de la autora: “la lengua poética de Teresa Arijón nace de ese duelo inicial (la orfandad), que transforma con un hondo trabajo a lo largo de varias décadas”.
En la segunda parte, su poesía. Encontramos una primera selección de poemas de los libros editados ordenados de manera cronológica. Comienza con La escrita (1988) y llega a Os (2008), para seguir con una selección de inéditos ordenados por distintos criterios temáticos, cuyas fechas de escritura llegan hasta el 2023.
Búsqueda y diálogo son dos ideas que parecen estar en los cimientos de la obra que viene construyendo Arijón. Búsqueda en la escritura poética, no es el único género que cultiva, que se muestra en los recorridos temáticos y los distintos proyectos en los que se comprometió. Búsqueda activa de los medios y de la plasticidad de un lenguaje que responda a sus inquietudes.
Diálogo en la escritura en un doble sentido; diálogo con otras autoras y autores ya que realizó libros a cuatro manos (por ejemplo con Arturo Carrera) y también porque participó en libros colectivos alrededor de una misma temática. Diálogo como forma de compartir una experiencia que llega a tener una expresión escrita.
Y también, diálogo entre sus propios libros que resalta su actitud de búsqueda, un continuo movimiento. Por ejemplo, poemas del primero que o no aparecieron o lo hicieron con cambios en la primera obra reunida titulada Ostraca (2011), en esta antología vuelven a ser publicados en su primera versión, estableciendo así, un diálogo interno en su propia obra.
Todo eso vive en la obra de Arijón. Los poemas seleccionados para esta antología muestran un recorrido de la forma y de los intereses temáticos. Se reconoce como una escritora que no hace un uso vanguardista del espacio en el poema, pero sí a lo largo de sus libros el trabajo con el espacio se marca como foco de atención. En La escrita (primer libro) los poemas se expanden en la página generando un dibujo liviano sostenido en pocos trazos, en Alibi (segundo libro) esos espacios van cediendo a medida que avanzamos. En Orang-utans (2000) los versos se pegan al margen izquierdo y están construidos sin espacios internos. También comienzan a aparecer versos más largos, el dibujo del poema ahora es firme y ocupa una mayor superficie. En los libros sucesivos los versos se irán contrayendo y expandiendo para establecer una respiración más uniforme.
Hasta acá los poemas publicados, ahora llegamos a los inéditos. Que no todos lo son, ya que algunos de ellos habían aparecido en su obra reunida de 2011. Esta parte del libro está dividida en cuatro secciones. La primera “Poemas por encargo” que en gran medida están inspirados en lugares. Luego tenemos “Ballad of the broken heart y otros poemas” con una unidad más amplia. Los que forman “Noches extranjeras” son un conjunto que puede leerse como un largo poema migrante y, por último, “Ars poética” que reúne poemas escritos entre 1988 y el 2023 en los que encontramos acercamientos poéticos a la escritura como centro. Recordemos: “Nunca desde la teoría, siempre desde el arte”. Un ejemplo es este fragmento del poema “(2012)”:
“el poema tiene su invierno – su estado de latencia
como la tierra, ahora.
latencia como inconcretud – así el poema\
en condición salvaje, el bárbaro no nacido –
no se deja apresar ni se construye ni consagra;
puro aire, y peligro.
cada palabra una amenaza –
el versátil lenguaje en sus juegos –
el circuito imperturbable: gratitud / desasosiego.
un hallazgo, pero de algo que ya estaba ahí antes”
Eso resulta de una búsqueda, hallar lo que ya estaba ahí, lo vivo, para, en el caso de Arijón, establecer un diálogo con la intención de hacer vivir esa latencia en un poema.
La tercera y última parte del libro es una entrevista a modo de charla amena entre amigos que se conocen desde hace años, que comparten ciertas lecturas, que citan versos o iluminaciones con las que conviven y que se leen mutuamente. En ella aparecen concepciones, deseos y dudas del recorrido de todos esos años de escritura que podrían captarse en una de las citas que hace la propia Arijón: “tres palabras de Francisco Madariaga para “entender” la poesía: una acuarela móvil”.
10 de abril, 2024
Un millón de veranos
Teresa Arijón
Selección, prólogo y entrevista de Jorge Monteleone
Miño y Dávila, 2023
244 págs.